Víctor L. Rodríguez Fui desvinculado, entiéndase despedido, botado, sacado etc., de la Dirección General de Impuesto Internos (DGII), por iniciativa del subdirector jurídico, Roberto Rodríguez, cuando yo tenía en la DGII la función de coordinar los abogados externos que actuaban ante el Tribunal Superior Administrativo. En buena medida fui un problema para un grupo de personas entre las cuales estaban el Gerente Legal Alberto Fiallo, la asesora y creativa jurídica Jackeline Dietsch y otros que tenían el puesto que ocupaba como meta de su movilidad laboral. Después que salí todos se convirtieron en epitome gregario del derecho tributario, en gran medida por osmosis. Reconstruían, creaban y recreaban la dogmática del derecho tributario con nociones fácticas al margen de la doctrina reiterada sobre los tributos y abordando el tema con sobrada ignorancia. Todo lo bueno y lo malo en termino de preceptos, opinión y prácticas tributarias en el derecho en los últimos años salió de esos tres...
"Los ideólogos de la imposición pueden dividirse en tres grupos: aquellos que creen porque les interesa creer, quienes creen porque se les paga para ello y quienes lo hacen porque concuerda con sus principios creer." Louis Eisenstein